01 septiembre, 2007

Le menage a trois

(Primer intento, casi fallido)

Y aquella ciudad los habia enamorado tanto que se habia convertido en un tercero en discordia, visitado por ambos juntos, y tambien individualmente, se habia metaforizado en un suave y hondo colchon donde la pareja se demostraba el despertar, el carinio y el suenio.
Y esta excitacion sumada a la ultima noche del viaje fue causa de una fiebre de espontaneidad que rayo ambos craneos catapultandolos hacia la teoria y accion del homenajear a la ciudad en sus cuerpos, de marcarse y llevarse consigo algun simbolo o paisaje que recuerde aquellas ocho noches y ocho diaz que se ubicaban en el centro de dos inmensos trenes, que ya se ubicaba en el medio de esos dos pequenios seres. Y asi, en lo que quedo de la octava tarde y hacia la novena noche, decoraron sus pieles, y a las mismas calles, con la permanente tinta de sus memorias, de recorrerla (a ella) entera, absoluta, con respeto e impulso, arrinconando en cada esquina, farol y camino sus bocas hacia unicos besos y, donde se pudo, a su expresion amorosa de dos carnes timidas chocando con cuidado curioso. Y en lo que fue el primer amanecer que presenciaron alli, despertaron en su menage a trois de peces vivos y mordiscos en la cima de un parque con forma de lagrima y sobre una manta, que escondieron como regalo de despedida a un cielo que, aunque amenazo, no logro mojarlos (Y porque no querian decidir quien se llevaria este recuerdo.) y se levantaron ya vestidos y rieron juntos luego de escucharse decir que nube que truena- no siempre- moja.
[Y en las cenizas del amor eterno ninguno de ellos dos pudo volver a su tercero en discordia ya que los tatuajes de su estadia los acecharon en cada calle torturandolos con llantos que siempre terminaron en aeropuertos soleados. Y asi entendieron y supieron, con viva sonrisa mojada, que habian logrado su cometido; habian elegido sacrificar la ciudad en sus particulares futuros con tal de que el otro no pueda volverla a amar por si solo, sin la precencia del otro.]
Maniana estoy por Vienna. Abrazos y besos gente!

2 comentarios:

melisa dijo...

mati cuando volves? nucna supe bien
me pa q mañana , soea hoy!
besooooooooooooooooooooooo
LLAMA CANDO LLEGUES ASI TE ORGANIZAMO ALGO LOCO' CON LO PIBE'

Cuca dijo...

En todos los menage a trois se supone que están los anfitriones y el "guest star" que es el aproximado para ser invitado cordialmente a intercambiar fluidos y escupitajo.
Yo entiendo que en este caso particular la anfitriona indudable es la ciudad, y los guest (no son stars, porque la ciudad es anfitriona y star a la vez) retozan juntos pero en el interior de la anfitriona, lo que seria re loco y casi como si dos bebés se entrularan el uno al otro dentro de un mismo útero pero sin ser hermanos ellos, y al salir y des-placentarse re piola tomarán caminos separados y la ciudad ahi quedará como puta fan de las multitudes en cuanto a revoleo peneano y clitoriano respecta, siempre bella, siempre radiante porque garcha y se le nota, no como al pelado ese que trabaja con mi hermana que es re amargado. Mal no le vendria una sesion del viejo in 'n' out, pero finalmente, a quién no? A lo que iba es a que si la ciudad es bella y antigua, el garche la enaltece y mirará a los viajeros irse con ternura en la final de su estadía. Si es como buenos zaires entonces se quedará ahi embarrada con residuos de culo de negro, en todas sus paredes, hasta el dia en que dichas se descascaren y GRUUUAARGH haga como el increible hulk y todas ellas se rompan para salir de adentro un ser, como en la pelicula de los cazafantasmas que se rompen las gárgolas y sale el perro violado.
Bueno, rompe y sale un ser, blanco, inmaculado y dice:
"Salí ondina ahi de la estuáta. Cual E'?"