Ultimos dias del año y la temporada de caza de recuerdos se abre y cientos de miles de sujetos salen corriendo con sus rifles mentales a buscar en que gastaron todos esos dias en que la fecha terminaba en "de 2006". Comparan expectativas con hechos feacientes y la mayoria se ve desilusionada por sus ilusiones, justamente. Vuelven a sus casas cabizbajos. Ilusiones que regaron menos de lo necesario, que luego se evaporaron, tomaron forma de nube y ahora para estas epocas empiezan a escupir sus propios techos, atormentando todo y recordando, como todos los años, que a veces mejor no recordar, que olvidar capaz no hace mal, que no hay porque ver lo feo que hay a espaldas para no volver a cometer esos mismos errores si uno tiene un poco mas de cuidado, y que una vez mas su masoquismo les inunda el quincho y las brasas se apagaron y la colita de cuadril no sirve, sí, se mojo...
Tambien esta esa minoria que algo aprendio con los años y más que temporada de caza de recuerdos tiene una temporada de casa de recuerdos, si, de casa. Una casa chiquita, sin dependencia pero con varios muebles. Tienen su baul cubierto con cientos de libros y revistas, o hasta sillas, que evitan que se abra, porque adentro esta aquella misteriosa sustancia que les nubla la mente, les hace olvidar porque es misterioso y el circulo vicioso comienza; "Que? Que hay ahi dentro? Voy a ver! Oh, ya recuerdo, para que lo abri? Que iluso, ya me olvide por suerte... Un momento! Que habia en ese baul?!". Entonces algunos hasta tiran todo lo que cubre este mueble con violencia y con un revolver en la mano, y lo abren y ven y siempre pasa igual.
Ya lo decia, recuerdan porque habia una pila de cosas cubriendolo, se dan cuenta que realmente querian olvidarlo y cuando lo abren salen los fantasmas. El revolver que traen con ellos no sirve de nada asi que por alguna razon corren a la cocina abren la llave de gas y con fosforos empiezan a tratar de prender toda mesa y silla de madera talladita que parece extraida de un cuento infantil. Empiezan a desesperarse con el fuego de su ira y se abrazan son los propios fantasmas entre arrepentimientos y lagrimas y no usan ninguna bala de aquella pistola, eh! Se quedan como Alejandra viendo todo arder. Las cortinas se caen y es una lastima, a mama le habian encantado. El escritorio tiene un mantel de fuego y es una lastima que tanto trabajo guardado se consuma solo, como ellos mismos, como esa frustracion de la temporada.
Al final solo se ve algo de humo subiendo por las copas de los arboles de ese fantasioso bosquecito que despues de un rato ya no llama demasiado la atencion. Ademas, parece que el fuego no alcanza la flora y el bosque queda igual, excepto que sin la casita que se creia tan especial.
Con tanta fantasia ni se hace tan raro que a veces los fantasmas terminen hasta salvando al suicida y se lo vea salir del bosque todo quemado y serio con el revolver, discutiendo del partido de Tigre con ese ente que fue la razon de toda esta situacion. Salen del bosque como si nada nunca hubiese pasado y consiguen algun laburo, se alquilan un departamento de dos ambientes y al cabo de unos años empiezan a crecer. En todo aspecto, eh! Primero laboral y economicamente, pero despues hasta hacen mitosis y procrean otros soñadores, otros ilusos sonrientes " que ya faltara poco para que ver vayan a plantar algun bosquecito propio, no?", él le dice a ella y ella que no lo escuchaba porque alguna guerra estallo en otro pais que nunca visitaron y lo leia en el diario.
Al final, viendo desde muy lejos, sacando el macro, sigue viendose una ventana que no da a ningun mar. Y en esa ventana hay muy pocos que salen con la palangana a juntar agua para tener barcos y ballenas de vecinos.
Al final terminan siendo esos los que sin tener que conseguir ningun mar propio hacen alguna diferencia y parecen entender que si ocultaron un baul es por algo, o que la mejor forma de tranquilizar a los violentos fantasmas es dejar de verlos como violentos. Al fin y al cabo no tenian ningun objeto punzante, quien suspenderia ese encuentro? Esos son los que, cuando abren el baul, con toda tranquilidad abren las ventanas y puertas para intercambiar espiritus con el exterior, sea esto bueno o malo, y a veces hasta se juegan algun juego de mesa o les invitan un té a los recuerdos que huyen de ese mueble tan pequeño. Porque, la verdad, quien no saldria medio cruzado despues de estar hasta un año metido en un baul?
Buen, encontre la tijera asi que chau, me voy a cortar el pelo...
Tambien esta esa minoria que algo aprendio con los años y más que temporada de caza de recuerdos tiene una temporada de casa de recuerdos, si, de casa. Una casa chiquita, sin dependencia pero con varios muebles. Tienen su baul cubierto con cientos de libros y revistas, o hasta sillas, que evitan que se abra, porque adentro esta aquella misteriosa sustancia que les nubla la mente, les hace olvidar porque es misterioso y el circulo vicioso comienza; "Que? Que hay ahi dentro? Voy a ver! Oh, ya recuerdo, para que lo abri? Que iluso, ya me olvide por suerte... Un momento! Que habia en ese baul?!". Entonces algunos hasta tiran todo lo que cubre este mueble con violencia y con un revolver en la mano, y lo abren y ven y siempre pasa igual.
Ya lo decia, recuerdan porque habia una pila de cosas cubriendolo, se dan cuenta que realmente querian olvidarlo y cuando lo abren salen los fantasmas. El revolver que traen con ellos no sirve de nada asi que por alguna razon corren a la cocina abren la llave de gas y con fosforos empiezan a tratar de prender toda mesa y silla de madera talladita que parece extraida de un cuento infantil. Empiezan a desesperarse con el fuego de su ira y se abrazan son los propios fantasmas entre arrepentimientos y lagrimas y no usan ninguna bala de aquella pistola, eh! Se quedan como Alejandra viendo todo arder. Las cortinas se caen y es una lastima, a mama le habian encantado. El escritorio tiene un mantel de fuego y es una lastima que tanto trabajo guardado se consuma solo, como ellos mismos, como esa frustracion de la temporada.
Al final solo se ve algo de humo subiendo por las copas de los arboles de ese fantasioso bosquecito que despues de un rato ya no llama demasiado la atencion. Ademas, parece que el fuego no alcanza la flora y el bosque queda igual, excepto que sin la casita que se creia tan especial.
Con tanta fantasia ni se hace tan raro que a veces los fantasmas terminen hasta salvando al suicida y se lo vea salir del bosque todo quemado y serio con el revolver, discutiendo del partido de Tigre con ese ente que fue la razon de toda esta situacion. Salen del bosque como si nada nunca hubiese pasado y consiguen algun laburo, se alquilan un departamento de dos ambientes y al cabo de unos años empiezan a crecer. En todo aspecto, eh! Primero laboral y economicamente, pero despues hasta hacen mitosis y procrean otros soñadores, otros ilusos sonrientes " que ya faltara poco para que ver vayan a plantar algun bosquecito propio, no?", él le dice a ella y ella que no lo escuchaba porque alguna guerra estallo en otro pais que nunca visitaron y lo leia en el diario.
Al final, viendo desde muy lejos, sacando el macro, sigue viendose una ventana que no da a ningun mar. Y en esa ventana hay muy pocos que salen con la palangana a juntar agua para tener barcos y ballenas de vecinos.
Al final terminan siendo esos los que sin tener que conseguir ningun mar propio hacen alguna diferencia y parecen entender que si ocultaron un baul es por algo, o que la mejor forma de tranquilizar a los violentos fantasmas es dejar de verlos como violentos. Al fin y al cabo no tenian ningun objeto punzante, quien suspenderia ese encuentro? Esos son los que, cuando abren el baul, con toda tranquilidad abren las ventanas y puertas para intercambiar espiritus con el exterior, sea esto bueno o malo, y a veces hasta se juegan algun juego de mesa o les invitan un té a los recuerdos que huyen de ese mueble tan pequeño. Porque, la verdad, quien no saldria medio cruzado despues de estar hasta un año metido en un baul?
Buen, encontre la tijera asi que chau, me voy a cortar el pelo...