03 marzo, 2006

Delirio de ese encuentro

“Debía ser una playa o quizás el borde irregular de una gran piscina”- pensó ella recordando algo leído años atrás y se dispuso a nadar hacia la escalera que la conduciría al piso de miles de baldositas celestes que cubrían el borde y la superficie total de la pileta. Si se hubiera concentrado en estas y no en seguir releyendo en su mente la frase literaria (¿literaria?) quizás hubiese visto el charco, cuando se resbalo, como supo flotar en el aire después del tropezón y la absolutamente seca y dura caída contra el absolutamente seco y duro piso formado por miles de baldositas celestes que le permitió jugar a ser Pollock con sus interiores craneales. Eso sí, la obra era demasiado violenta, ¿pero que otra cosa podía ser? Ella solo había usado unas pocas tonalidades rojas- imaginó él mientras alternaba entre sus paginas amarillentas y verla a ella bailar bajo el agua. Se alteró al sospechar que su fantasía podría ocurrir de alguna forma y seguido a esto se asusto y sintió la culpa más grande que su pecho le hubiese manifestado. Racionalizó y creyó haberse convencido de que la barbaridad que seguía analizando era una locura mas suya. Pensó que se había metido en una calesita sin frenos y luego se dio cuenta que la chance seguía ahí, el azar podía jugarle la peor pasada. Empezó a dudar sobre su próxima acción y sentía miedo de su propia conciencia, que creía que esta vez estaba abusando de su humor negro. ¿Qué hacer? Acercarse sin conocerla y que sus primeras palabras sean una advertencia y recomendación de tener cuidado al salir para no morir desangrada en el piso no seria algo que realmente podría pensar en realizar. Quedaría como un sicótico y si con alguien no quería mostrarse así era con ella. Encontró la solución ideal: meterse en su propia fantasía. Esto no tenía porque salvarla de su ficticio fin, pero al menos él no sentiría la culpa de haberlo imaginado antes. Si lograba meterse en la fantasía y algo le pasaba a ella, él ya no seria responsable ya que altero su escena, y de paso quizás se animaría a intercambiar alguna palabra que diera lugar a un saludo la próxima vez que la viera pasar - deliraron ellos sobre como sus padres se conocieron. Les habían dicho que fue en el club, un verano y por la pileta. Sabían (o creían saber) como era su padre, de su habilidad lingüística, de lo que su imaginación y timidez eran capaces, de la belleza de su madre que daba lugar a la introversión, de su expresión injustamente atípica y de aquel milagro universal que ocurrió esa tarde donde él no quiso seguir su regularidad para cruzarle una palabra, aunque supiera que ella no la escucharía.
A los pocos segundos se corrigieron el uno al otro de que esta versión era imposible. La frase que deliraron que él fantaseó que ella pensaba no había sido escrita aun en el libro que él leía...


Miércoles 1 de Marzo de 2006
Mati Litvak

7 comentarios:

Matias dijo...

cami: bueno, espero que lo haya entendido y sino con gusto le explicare mi version del cuento en algun momento... besos

dani: jaja sonaste muy insasiable che! yo voy a poner mas cuentos... material sobra... besos

eufemisma dijo...

eaa y alo lei eso y lo volvi a leer y me paso lo mismo basil
sos re magico

(?)
^^
che de verda


aqdios querdioddrffrgtergtergtrwg

Anónimo dijo...

me gustaria discutir con vos el cuento, seguro que tenemos versiones totalmente opuestas.
cuando termines de rendir nos juntamos.
y te vuelvo a desear exitos.
besos!

Josie Janeway dijo...

me gusta este blog, mati, voy a seguir la visita

Matias dijo...

mirtulis: gracias che! supongo que eso de ser magico esta bueno... vere como puedo hacer provecho de mis poderes...

yoyi: no seria raro que tengamos opiniones tan opuestas, y de un cuento mio... respeto que tengas tu analisis pero bancate que el mio es el posta...

josie: siga pasando, por favor... yo ahora me fijo de lo que ud escribe...

Anónimo dijo...

ay mati,sos tan "mati"
?¿
no lei el cuento, la vdd no tengo animo
me voy a aver si puedo aprobar..probar...robar...obar...bar...ar...r..

si
chau

Matias dijo...

fega: te la comes. no me dijiste nada en privado...

mel: si, soy tan "mati" yo...(?)

luli: perdon, tu comentario fue demasiado profundo para lo que me esperaba y no se que contestarte... te mando un beso... no se que decirte.